¿Se puede prevenir el latigazo cervical?
La respuesta es, si, o al menos, hacer que el esguince cervical resultante sea de mucha menor gravedad, o, dicho desde el punto de vista de la medicina, de un grado menor, para ellos, basta con seguir los consejos que tantas veces nos han repetido las autoridades de tráfico y que nos han enseñado (o deberían) en nuestras clases de autoescuela...
Para prevenir el esguince cervical podemos actuar en 3 frentes:
- Regular bien el asiento, volante y reposacabezas del vehículo.
- Conducir con precaución ¡atención especial a los frenazos!
- Mantener una buena forma física (del cuello en este caso)
Si sigues estos tres consejos tendrás muchas opciones de no sufrir la lesión o que sea de una intensidad menor. El aspecto de seguridad pasiva regulando bien tu posición al volante, otro elemento más activo, atención máxima a la carretera, no es lo mismo que nos den un golpe sin verlo venir que estando preparados (usa el retrovisor siempre al frenar o detenerte), por último, un buen estado físico hará que el daño al cuello, su musculatura y ligamentos, sea menos.
El esguince cervical se puede prevenir, o, al menos, minimizar sus consecuencias
Al tratarse de un síndrome provocado en la mayoría de ocasiones por choques de alcance en los coches, la única manera de evitarlo o minimizar sus secuelas es disponer en el vehículo del preceptivo reposacabezas bien regulado en los asientos (delanteros y traseros) y asegurarse de que esté bien colocado, estos deben ir inclinados hacia delante y situados a la altura del límite del cráneo, evitaremos así la flexión excesiva del cuello en caso de accidente.
En el caso de los niños para prevenir el esguince cervical debemos llevarles siempre en sillas homologadas, para ellos, evitaremos así disgustos ya que las lesiones en niños de corta edad suelen ser más graves. Esto es debido a que el cuello sigue en fase de crecimiento y desarrollo, por lo que, cuanto más pequeño el niño, mayor puede ser la gravedad de la lesión.
No hace tantos años, en España, los reposacabezas no eran algo obligatorio en los coches, esto provocaba que lo que en muchos casos hoy en día serían esguinces cervicales se pudieran convertir en importantes lesiones neurológicas, el exceso de flexión del cuello podía dar lugar a luxaciones y fracturas en la articulación con gravísimas consecuencias y esguinces cervicales de Grado 4. Afortunadamente, hoy disponemos de este elemento de seguridad pasiva, molestémonos en regularlo correctamente para que cumpla con su función preventiva.
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